Intendencia rechaza regular torta fritas
Salud. Uso prolongado del aceite caliente puede desprender una sustancia cancerígena
ANDRÉS LÓPEZ REILLY – El País 19/12/2010
La Intendencia de Montevideo es renuente a regularizar la actividad de los tortafriteros. Admite que no puede controlar a los vendedores y advierte por el uso prolongado del aceite en las frituras que, según algunos estudios, podría provocar cáncer.
Los vendedores de tortas fritas volvieron a la Junta Departamental a exigir que sea regularizada su actividad.
Pretenden que la venta de este tradicional producto uruguayo, cuya importancia es reconocida por el Ministerio de Educación y Cultura en la fiesta anual de la torta frita de Canelones, sea reglamentada para salir del informalismo.
«Lo que ellos plantean es tener un reglamento, contar con carné de salud, ropas blancas, medidas de higiene mínimas y además convertirse en monotributistas para hacer aportes al BPS», explicó el edil nacionalista Enrique Arezo, quien estuvo reunido con integrantes de la Asociación de Vendedores de Tortas Fritas.
LA SALUD. Convocado por la Junta Departamental, el director de Salud de la Intendencia de Montevideo, Pablo Anzalone, explicó los motivos por los cuales la comuna entiende que no se puede regularizar esta actividad.
«En primer lugar, no tenemos posibilidad de controlar -y no se controla- cuáles son los productos que se utilizan para la frituras. Para el conjunto de locales de elaboración de alimentos hay normas establecidas por el Digesto Municipal y mecanismos de contralor para que la actividad se desarrolle en forma adecuada; para este caso, no es así. Y no es posible hacerlo», reconoció Anzalone.
El director de Salud de la Intendencia concurrió a la Junta acompañado por el doctor Gustavo Lancibidad, asesor municipal. «Los aceites, además de mal gusto o baja calidad, pueden tener importantes problemas de toxicidad. Esto es lo que pretendemos empezar a estudiar. Para detectar estas sustancias es necesario contar con un equipamiento de laboratorio muy costoso; no es fácil montar esas técnicas analíticas. No obstante, esperamos tenerlas prontas en estos días, junto con alguna otra medida referente al control de los aceites», informó Lancibidad.
«En ese sentido, estamos tratando de adaptar nuestra reglamentación a la europea y de tener métodos rápidos de control. A todo esto se ha agregado la existencia de unas sustancias que están a estudio en todas partes del mundo, las acrilamidas, que son cancerígenas. Dichas sustancias comienzan a aparecer cuando uno utiliza el aceite mucho tiempo, a muy altas temperaturas, para fritar sustancias que contienen azúcares, como masas de harina, papas fritas, etcétera. Hay un alerta mundial al respecto», añadió el asesor municipal.
PROMESA INCUMPLIDA. En mayo de 2008, el ex intendente Ricardo Ehrlich tuvo un tenso encuentro con los tortafriteros en la plaza de los Treinta y Tres, cuando le presentaron una queja por la decisión de la Intendencia de impedirles vender tortas fritas en la vía pública.
«Basta de represión; basta de abusos», reclamaron los integrantes de la Asociación de Tortafriteros del Uruguay (ATU). Los trabajadores le pidieron a Ehrlich ese día que los dejara «trabajar», al ser la venta de tortas fritas su principal medio de sustento.
El ex intendente y actual ministro de Educación y Cultura les comunicó que estaba al tanto de la situación y que se comprometía a agilizar los trámites para que obtuvieran la habilitación municipal.
Lo único que consiguieron fue un permiso temporario de 90 días, que caducó hace más de un año.
«Hace varios años que estamos tratando de regularizar nuestra situación laboral, pero no hemos logrado que nos contemplen. Promesas y declaraciones de buena voluntad, hemos escuchado muchas. Hechos, muy pocos», dijo Silvio Olivera, tortafritero y sindicalista, al suplemento Qué Pasa de El País, en junio de este año. Hace cuatro años él, su esposa Estela Ramos y otro vendedor fundaron la ATU, para intentar hacer valer sus reclamos con algo más de fuerza.
La sede del sindicato está en el propio hogar de Olivera y Ramos, un humilde caserón sobre la calle Fernández Crespo.
El mismo día que fundaron el sindicato se afiliaron al Pit-Cnt, pero por ahora el apoyo que ha otorgado la central obrera es, dice Olivera, meramente simbólico.
Fuente de trabajo «para mucha gente» y un medio para recaudar
El edil Fernando Benzano, del Partido Nacional, advirtió que el tema «tiene un componente social muy importante». El legislador departamental añadió que hay una empresa (Comsa) que comercializa el producto «en 18 de Julio y en la explanada municipal» y que durante las jineteadas en La Rural se instalaron puestos de tortas fritas por medio de una concesión, en los que «se vendieron tres toneladas de harina».
«Entonces, ¿qué es lo que no podemos regular? Esas son las cosas que hacen que haya que agotar todos los caminos de entendimiento. Porque estamos hablando de fuentes de trabajo de mucha gente, sin tener en cuenta a todas las organizaciones sociales, porque quien pase por un club de baby fútbol, por una cooperativa, podrá ver que la torta frita es un medio para recaudar fondos», indicó Benzano.
Los vendedores que se han asociado al sindicato son unos 150.
Se estima que entre 400 y 500 puesteros más se dedican a esta actividad pero no acudieron a la organización. Las tortas fritas se venden entre $10 y $ 12.
http://www.elpais.com.uy/101219/pciuda-536262/ciudades/Intendencia-rechaza-regular-torta-fritas/
…///
Me gusta esto:
Me gusta Cargando...