Cuando uno es chico, no tiene una perspectiva de la vida para entender todo lo que se nos enseña. Y se nos va enseñando a razonar. Ahora, la paradoja es que cuando somos adultos, y más en estos tiempos (no sé si es mi edad o es el momento histórico en que vivo); tenemos que razonar cada vez menos, eliminar el cuestionamiento y actuar en «masa»; porque corremos el riesgo de ser señalados o separados socialmente. Por un lado se habla de libertad y por otro se castiga crudamente al que piensa distinto. Por eso hoy yo no voy a escribir en contra de una Fundación que es modelo y que es insignia; sólo quiero invitar al que desee, a razonar; a cuestionarse la realidad. Platón decía que lo real es lo que no vemos, y lo que vemos es sólo una apariencia.

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