En este espacio es para escribir algo sobre mi y no es fácil; nací en el año 1966 en la Ciudad de Rivera. También pasé mi infancia en Paso de los Toros y Tacuarembó. Esos lugares marcaron mi vida actual; creo en Dios, soy Católico pero muy poco practicante, considero a la libertad como un valor supremo, y tengo una familia con dos hijos; que me hacen feliz.
Promoción (exoneraciones) para Inversiones en Residenciales de Ancianos u Hogar de Ancianos o Establecimientos Privados, que promuevan la Salud Integral de los Adultos Mayores
Nuestro Código Tributario actual fue aprobado en el año 1974 y de vigencia a partir del 1 de enero de 1975; tomó como base el Modelo del Código Tributario para América Latina, elaborado por la OEA/BID en 1967; en que uno de los grandes tributaristas que participaron en dicha elaboración, fue el Dr. Ramón Valdés Costa de Uruguay (abogado). Una de las grandes expresiones que siempre recuerdo es el del Artículo 10 del Código Tributario uruguayo (que se inspira en el Mod CTAL Art.9) en que dice nuestro artículo: “Tributo es la prestación pecuniaria que el Estado exige, en ejercicio de su poder de imperio, con el objeto de obtener recursos para el cumplimiento de sus fines“. Y ahí está en esa definición de Tributo, que es la potestad que tiene el Estado de reclamarlo porque tiene un PODER de IMPERIO. Entonces, desde ese punto de vista, (como lo dice el libro de Curso de Derecho Tributario de Valdés Costa); se puede definir el Tributo como la prestación que el Estado exige unilateralmente a sus SÚBDITOS para cubrir sus gastos. ¿Y entonces?; que me parece un buen recurso usar expresiones y metáforas que faciliten la comunicación así como también para explicar conceptos, pero lo que no puede pasar es que luego se confunda que el Estado es un Imperio y que sus habitantes son sus Súbditos. Este Decreto que voy a comentar, creo que no era necesario, porque bastaba agregar un párrafo al Decreto que regula la Promoción de Inversiones (simplificando la normativa global del tema); aunque reconozco que es fantástico, para terminar con la “Ley del Mostrador”.