Yo puedo hablar de lo que sé, de lo que me ocurre a mi; y de lo que nos ocurre a los Contadores, el día a día; pero lo curioso es que si eso le pasa a todos, ¿Qué sucede que sale torcida la solución?. Y lo peor es que no hay arreglo y además entramos en una especie de silencio complaciente, resignación. ¿Será un mandato divino?; y nos arrodillamos y ta!, aceptamos lo que nos toque. ¿Para qué cursar un Master?; ¿Para qué estudiar?; ¿Para qué capacitarse?; ¿Para qué queremos a los mejores?; si todo da igual. No hay forma de cambiarlo. Y no lo hay, ni lo habrá!. ¿A qué se refiere? – se preguntará el lector – ; me refiero a lo del título. Voy atrás, a lo que nos pasa a los Contadores, en el día a día, en una reunión, en una mesa familiar, en una fiesta, siempre hay alguien que dice: … yo quiero pagar, quiero regularizar mi situación, pero no me dan los números, ¿Cuánto es lo mínimo que tendría que pagar si quiero estar legal?; y ahí comenzamos a dar números como algo esotérico y la persona que escucha ya sabe que no podrá pagarlo. Imposible pagarlo. ¿Y qué hacemos?; le agregamos más costos a lo que ya es enorme. El castigo que tienen los profesionales ya es un tema que habría que estudiarlo de porqué una persona que estudió es condenada a todo tipo de sobrecostos y formalidades disparatadas.
Mis post, no son inventados.
Tengo que pasarme a la Facturación Electrónica, más o menos la teoría ya la conozco; pero tenía la esperanza de que cuando me tocara, los costos serían más baratos.
Lo primero que me pasa, es que siento que no domino la situación. No es algo que yo pueda hacer por mi mismo, tengo que terminar en una empresa. La empresa me contesta más o menos lo que ellos quieren que yo sepa y no sé si ellos saben más o si dosifican la información. Tienen frases ya preparadas, y uno va siguiendo el trámite.
Muchos ofrecen promociones, algunas son reales y otras simplemente no existen sino que se aprovechan de un beneficio que da el fisco; pero son todos temporales. Cuando pasen los meses, todos quedaremos pagando un precio en promedio de $ 400 pesos por mes, para emitir dos o tres facturas por mes, y si no se emite ninguna también. Lo que antes pagábamos por una libreta en papel, que daba trabajo a una imprenta, y nos duraba 2 años y sobraban facturas, ahora lo pagamos y tenemos que pagarlo sin escape, por mes. O sea tenga o no clientes, son unos $ 5.000 por año.
Bueno, si fuese sólo eso vaya y pase, pero se le agrega un Certificado Digital para Personas Físicas, con actividad empresarial, que tiene un costo de $ 1869 + IVA por un año, o de $ 3541 + IVA por dos años.
¿Y después hay que renovarlo?; y claro, cada dos años tiene que renovarlo, sino no podrá facturar.
Repasemos, sólo para facturar (no estamos hablando de pago de impuestos), hay que pagar por año $ 7.000.-
Y aquí es donde hablamos del Castigo que tienen los Profesionales, a eso sumémosle el Fondo de Solidaridad y el Adicional (si es de la UdelaR; que hoy en día uno puede decir: y bueno, fuiste a la pública, hubieses ido a una privada, pero los de mi época, no teníamos esa posibilidad, fuimos a un lugar que luego nos salió cobrando cuando no era así, y los Contadores pagamos por la carrera unas 4 veces más de lo que cuesta); luego le agregamos la Caja de Profesionales, que tampoco es tan baratita; y no hablemos del IRPF o del IRAE para algunos que se dan cuenta que podrían pagar menos. Más todos los costos ocultos, porque los profesionales como ya he dicho en otros post, no tenemos cobertura de derechos como tienen otros trabajadores, estamos a la intemperie total. Sí, que hay profesionales que están bien, obvio que sí, pero la inmensa mayoría no vive esa situación de revista con glamour. Lo mismo le pasa a una cantidad de Unipersonales que no son Profesionales pero al estar por el BPS tienen otros derechos, pero tienen casi todos los problemas que tienen los profesionales universitarios.
El Director de Rentas, de la época había dicho que se iba a instrumentar una App de la DGI para facilitar la facturación electrónica y bajar los costos. ( https://www.elobservador.com.uy/nota/dgi-creara-app-para-facturacion-electronica-de-pequenos-comerciantes-2017106500 ); pero no ha ocurrido.
Ahora, pensemos, ¿Por qué el Certificado Digital cuesta $ 1869 pesos más IVA?; ¿Cuál es el costo?; ¿Por qué sólo una empresa da ese servicio? (que es Abitab); ¿Por qué el Estado se preocupa por el precio de una canasta y no se preocupa por este tipo de precios?; ¿No va a regular ese costo?.
Después claro, surgen como hongos las propuestas y guías para emprender, los análisis de que hay que ser emprendedor, o los dichos de que los uruguayos son haraganes, no quieren trabajar, la cultura del trabajo, que los extranjeros sí vienen a trabajar y los uruguayos sólo quieren tomar mate. ¿Es tan así?. El problema es que llega a un punto que es preferible no trabajar; o no tributar.
Les comparto un reportaje al Director de Rentas de Junio del 2017, en un apartado en gris en la segunda hoja, habla de que se firmó un acuerdo con Abitab para facilitar el acceso, ¿Si no se hubiese firmado ese acuerdo estos precios serían el doble?; me deja pensando:
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Saludos,
Cr. Darío Abilleira – Montevideo, 10 de diciembre del 2020
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Pueden usar el material si hacen referencia a la fuente: Cr. Darío Abilleira más el link; y siempre que no sea para lucrar con él.
Los videos pueden tener algo que ver con la temática o no, son simplemente para adornar el texto y el blog.
Darío, sólo quiero felicitarte por tus POSTs!
Paso a leerlos muy amenudo y creo muy interesantes tus reflexiones, opiniones y analísis sobre los distintos asuntos que expones, ya sean actuales o no.
Creo que no cuesta nada agradecer y seguramente te es satisfactorio saber que mucha gente se interesa sobre tus publicaciones.
Gracias!
Sds.,
Nicolás
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Comparto Darío que es vergonzoso lo que han hecho. El sistema de facturación electrónica debió ser generado directamente por DGI y no debió insumir costos para las empresas, NO deberían haber terceros en el medio que han lucrado con esta obligación y que además brindan un servicio que en muchos casos dejan mucho que desear.
Pero bien como tu dices…nadie dice nada…es como si nos hubiesen quitado la voz! Lamentable! Y más para quienes no facturamos, porque tenemos otra actividad como dependientes.
O para empresas pequeñas rurales que se les ha obligado y algunos ni siquiera tienen acceso a internet y tienen que ir a los pueblos a que alguien los ayude.
Se legisla para otro país.
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Raquel, tus palabras transmiten lo que siento, al igual que tu. A veces vemos los valores que se destinan a promover por ejemplo empleo o la inversión, por medio de exoneraciones cuando sabemos que no lo logran realmente; o está destinado a un nicho que ya tiene un cierto poder como para llegar a esas exoneraciones; en este caso yo no me afilio a eso de que paguen otros y yo no, todos deberían tener gratis por lo menos la Firma Digital, o pagarlo sólo una vez, si lo hicieran no superaría los 10 millones de dólares ( hice 2000 pesos / 43 el tc, por unas 200.000 empresas ), da 9.2 millones de dólares. No me opongo a lo moderno, ni a a la Facturación Electrónica, pero no puede salir más caro que el papel para el contribuyente, y cuando sos chico lo sientes más. Un gusto, saludos. Darío
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