Muchos de los artículos que escribo, parto de mi experiencia personal. No digo que todos tengamos el mismo proceso de razonamiento, pero en nuestra pareja; existió una planificación familiar que no fue la que nos hubiese gustado. ¿Porqué?, y sencillamente porque yo no creía que un hijo venía con un pan debajo del brazo; un hijo requiere (si uno quiere educarlo y darle por lo menos lo mismo que uno tuvo) no sólo una vivienda adecuada sino también una atención acorde y una educación que para los que piensan que es una inversión, y una herencia a dejar, no bastaba con que vinieran y después ver qué pasaba. El mundo se mueve con dinero. Como quiero encarar el próximo post, necesito plantear este antes. El tema de la natalidad, y por un lado nos quejamos de que somos pocos pero no se hace mucha cosa para cambiarlo, hay todo tipo de trabas. Es cierto que han mejorado pero no es suficiente. Comparto algunos artículos interesantes.
Políticas demográficas
-¿Qué grado de interés existe en Uruguay por la problemática demográfica?
-El tema demográfico ha estado últimamente sobre la mesa debido a que se han hecho visibles algunos fenómenos como la revitalización de la corriente emigratoria, el descenso de la reproducción por debajo del límite necesario para reemplazar la población, el envejecimiento y su repercusión sobre el sistema de seguridad social entre otros. Si bien hoy no existen políticas de población, el grado de interés es creciente tanto en el ámbito político como académico, estando actualmente en uno de los puntos más altos si se tiene en cuenta que, históricamente, Uruguay no se ha preocupado demasiado por los fenómenos demográficos. Hasta ahora lo que existe en esta materia son programas de salud sexual y reproductiva que tienden a consolidarse como una política permanente y que inciden en forma relativa en las posibilidades de las mujeres de controlar y decidir sobre su reproducción.
-¿Considera legítima la implementación de políticas públicas que directa o indirectamente intervengan en el descenso o el aumento de la fecundidad?
-Esas políticas públicas deben estar centradas en una concepción de derechos y desarrollo humano y ser muy respetuosas en ese sentido. Los problemas relacionados con la reproducción se sitúan entre lo personal y lo colectivo, es decir que involucran a todas las personas y al Estado. Por eso, la reproducción de la población debería asumirse como un tema social. Habría que aportar los elementos o los contextos para que las mujeres y varones, independientemente de que tengan al alcance las condiciones para controlar su reproducción, tengan las condiciones adecuadas para la crianza de sus hijos.
-¿Está la crianza de los hijos presente en la agenda social?
-No lo está y sería necesario incorporarla. Ello requiere el reconocimiento de los derechos de crianza, que son los derechos adquiridos de aquellas personas que desean criar a sus hijos por sí mismas, y los derechos sustitutivos de crianza de los niños en determinados momentos del día para quienes así lo prefieran. Hasta ahora el Estado uruguayo nunca pensó en acompañar con medidas que tengan que ver con servicios adecuados para el cuidado de los niños, tales como guarderías infantiles, centros de educación inicial para los hijos de madres que están trabajando o estudiando, licencias más flexibles que permitan a los progenitores atender los primeros años de crianza que son los más complejos, un sistema de salud que tenga previsto la disponibilidad de tiempo de los padres de hijos pequeños, etc.
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Uruguay al nivel de los africanos en promoción de la natalidad
La ley que promueve el Poder Ejecutivo cambiará la situación y lo pondrá al nivel de Europa
El Observador – 09.09.2013
Al otorgar solo 12 semanas de licencia maternal para las trabajadoras del sector privado y 13 para las del público, Uruguay se encuentra hoy en peor situación que la mitad de los países africanos. Además, forma parte del 49 % de los países del mundo que no cumplen con el mínimo establecido por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que son 14 semanas.
Si bien no es el único de la región que otorga menos de lo establecido a nivel internacional –de hecho, el 72 % de América Latina y el Caribe brinda entre 12 y 13 semanas- la posición de Uruguay se destaca por la negativa si se observa a sus países vecinos. En Argentina todas las trabajadoras acceden a 13 semanas, en Brasil tienen 17 y en Chile pueden tomarse 18 semanas de licencia.
Los datos se desprenden de una consultoría que encargó el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) en febrero a la economista Soledad Salvador y que financió el Fondo de Población de Naciones Unidas. Salvador asegura que el panorama de Uruguay en el mundo es “poco alentador”. El documento sirvió para que el gobierno finalmente llegara a consensuar el texto de un proyecto de ley que, según informó El Observador, será aprobado antes de que culmine este período de gobierno.
El proyecto que se presentará al Parlamento próximamente incorpora las 14 semanas que establece como mínimo el convenio 183 de la OIT, del año 2000. En este punto Uruguay sigue estando lejos de la recomendación de las 18 semanas que recomienda esa organización y de las 19 semanas de licencia maternal que ofrecen, en promedio, los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Aunque Uruguay tiene hoy una de las licencias maternales más cortas del mundo, es una de las mejores pagas ya que la trabajadora percibe el 100 % de su sueldo. En esto coincide con la mayoría de los países de América Latina. Además, el financiamiento corre por cuenta de la seguridad social y no del empleador. En esto se ubica en una posición semejante a los países más desarrollados de la Unión Europea.
Licencia paternal y parental
No hay disposiciones internacionales respecto a cuánto debe durar la licencia del padre cuando tiene un hijo. Sin embargo, los tres días que ofrece Uruguay a los trabajadores del sector privado son muy pocos en relación al resto del mundo. Los países más generosos son Eslovenia (90 días), Islandia (13 semanas) y Noruega (10 semanas). En América Latina la licencia paternal más extensa la ofrece Venezuela (14 días). El proyecto de ley del Poder Ejecutivo dispone que la licencia paternal en el sector privado sea igual que el sector público: 10 días.
A su vez, incorpora el concepto de licencia parental, que refiere al tiempo posterior a la licencia maternal. Actualmente las madres del sector público pueden realizar medio horario hasta que el niño cumple los seis meses, y los funcionarios estatales también pueden disponer de una “licencia especial” hasta por 30 días con goce de sueldo. Las trabajadoras del sector privado hoy solo tienen derecho a dos interrupciones de media hora para extraerse leche, o una hora menos de jornada laboral.
El proyecto de ley dispone que hasta que el niño cumpla seis meses de edad, el padre y la madre puedan compartir la posibilidad de realizar medio horario. Lo tendrá uno u otro, no ambos al mismo tiempo. Esto responde a una decisión del gobierno de fomentar el cuidado infantil en el hogar como una mejor alternativa a la institucionalización cuando los niños son menores de dos años. Además, tiene que ver con la postura del Ministerio de Salud Pública (y de la Organización Mundial de la Salud) de promover la lactancia exclusiva durante los primeros seis meses de vida del bebé.
La posibilidad de que sea el padre quien goce de la licencia parental se debe, según el texto de la consultoría, a que si la madre tiene restricciones laborales u otras para cumplir medio horario, pueda ser el padre el que cuide al bebé y le dé la mema durante su ausencia. De esta forma se promueve el apego con ambos padres y se evita la discriminación de la mujer en el mercado laboral.
En la región casi no hay licencias parentales. En Cuba el padre o la madre tienen derecho a licencia no remunerada de nueve meses. Chile otorga el derecho a licencia pero solo si un médico certifica que el niño necesita los cuidados de los padres. En Argentina, en tanto, no existe licencia parental pero las mujeres pueden solicitar licencia adicional de seis meses sin remuneración.
De acuerdo a la investigación, los países más avanzados en este punto son Canadá (con 52 semanas de licencia, 50 de ellas pagas al 55 %), Alemania (con tres años de licencia, aunque remunera solo 12 meses al 67 %) e Italia (que otorga seis meses y paga el 30 % durante toda la licencia).
La consultoría concluye que para lograr un impacto positivo en la equidad de género la licencia parental debe cumplir con tres características. En primer lugar, el o la trabajadora debe cobrar el 100 % de su salario o dos tercios. En segundo lugar, debe incluir una cuota de tiempo u otros estímulos para que los hombres hagan uso de la licencia. Por último, las licencias no deben ser muy extensas, ya que esto aleja del mercado laboral. Lo ideal es que se permita la posibilidad de realizar medio horario o dividir la licencia en bloques.
En ese sentido, si el proyecto de ley prospera tal como está planteado, Uruguay estará a la vanguardia en lo relativo a la licencia de los padres para cuidar a sus bebés.
Empresarios critican el proyecto
Según la consultoría, las cámaras empresariales sostienen que el proyecto de ley “genera problemas en la organización del trabajo, sobre todo para las empresas más chicas que dependen más de su personal y tienen más mujeres empleadas”. Sostienen que se deben “evitar los efectos negativos de una sobreprotección” a las mujeres que quieran procrear. Si bien están de acuerdo con extender una semana la licencia por maternidad, no están de acuerdo con que se prolongue la licencia paternal ya que suponen que los hombres no la van a utilizar para cuidar a su hijo. A su vez, consideran “para nada viable” el medio horario. Plantean que si el empleador logra contratar a un reemplazante, esa persona no va a quedarse trabajando.
Insisten en que, dada la escasez de mano de obra, “es muy complicado conseguir gente para cubrir puestos temporales y menos aún por medio tiempo”.
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Propuestas para aumentar la maternidad (en españa)
Día 30/08/2015 – 01.27h
Amaya Azcona, directora de la Fundación RedMadre, insiste a los políticos que consideren el papel de la maternidad como bien personal y social
Hace unos días vimos publicada una noticia cuyo título era «La población de 25 a 40 años se reducirá en un 40% en solo 15 años». Sólo el titular da vértigo. Como siempre nos preocupamos demasiado tarde. El Senado ha aprobado un informe para potenciar la adopción de medidas relacionadas con la despoblación rural en España. ¿Despoblación rural? ¿No llevamos escuchando esto más de 50 años? Suena a antiguo pero es muy actual.
En España hay cada año un déficit de unos 250.000 nacimientosrespecto de los necesarios para asegurar la sostenibilidad de la población. La tasa de fecundidad es de 1,27 hijos por mujer (2013) tasa que no asegura el reemplazo generacional. El informe relata que cada nueva generación tiende a ser un 40% menos numerosa que la anterior y, mientras tanto, en España hay más de 100.000 abortos al año.
Mujeres que se ven abocadas a abortar por no recibir apoyo en su maternidad. En Fundación RedMadre vivimos esta realidad día a día ayudando a las mujeres embarazadas con dificultades para que lleven a buen término el embarazo. Pero no se trata de solucionar el problema mediante la buena voluntad de miles de voluntarios que regalan su tiempo, sino de desarrollar políticas activas donde se tengan en cuenta los factores sociales, económicos, culturales, laborales, emocionales (entre otros) que impiden a las familias tener los hijos que les gustaría tener.
El informe del Senado hace suyas las soluciones que proponeAlejandro Macarrón, experto demógrafo y autor del libro «El suicidio demográfico de España»: la primera de ellas sería sensibilizar a la población y a los líderes sociales de la magnitud del problema que afecta a la sociedad en su conjunto pero también a la vida personal. Se trataría de crear un clima favorable a la maternidad».
La segunda sería dar al problema «la (alta y estratégica) prioridad que se merece. Como tercera medida proponen estudiar la cuestión y las posibles soluciones, con rigor y sin prejuicios partidistas, ideológicos y religiosos (en España estos prejuicios han influido en la política familiar durante décadas). La cuarta solución iría encaminada a compensar a los padres por el esfuerzo de la crianza y reconociendo su aportación social. También se plantea un apoyo concreto a las mujeres embarazadas independientemente que sean o no trabajadoras; y por último, sería muy importante, según el informe del Senado, concienciar y apoyar a los jóvenes a iniciarse en la maternidad/paternidad en una edad más temprana (se está teniendo el primer hijo alrededor de los 31 años), para ello habría que modificar nuestros planes de estudio y el tardío acceso de los jóvenes españoles al mercado laboral».
Felicitamos al Senado de España por interesarse en esta cuestión altamente importante para el futuro de España y urgimos a los partidos políticos a considerar la maternidad como un bien personal y social.
http://www.abc.es/familia-padres-hijos/20150830/abci-maternidad-madre-201506261040.html
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Buscan dar impulso a la natalidad
Diciembre 20, 2015
En el gobierno analizan medidas para que familias uruguayas tengan más hijos y se revierta una tendencia preocupante
La tasa de natalidad en Uruguay, es decir, la cantidad de nacimientos cada 100 mil habitantes por año, cae de forma lenta y constante desde la década de 1970 hasta hoy. De 1975 a 2010, por ejemplo, ese indicador pasó de 20,91 a 14,42. Eso coloca al país en una situación compleja ya que su pirámide poblacional se envejece. El dato más evidente quizá sea el que arrojó el censo de 2011, donde se demostró que los uruguayos somos casi siempre los mismos. El mínimo crecimiento de población en los últimos años se dio, en todo caso, porque hubo menos emigración.
Todo este panorama que desencadena desafíos para el futuro es analizado con preocupación desde el gobierno. El vicepresidente Raúl Sendic dijo hace unos días al disertar en un desayuno de trabajo organizado por Somos Uruguay, que desde el Poder Ejecutivo se manejan distintas medidas para estimular que familias tengan más hijos. «Estamos trabajando para analizar experiencias a nivel mundial que permitan estimular la natalidad en determinados sectores de la sociedad», comentó.
En los sectores bajos las tasas de natalidad son iguales a las de América del Sur, y en los medios se asemeja a las de países de Europa, aseguró el vicepresidente.
Ante la pregunta de un empresario que asistió a la charla, Sendic admitió que se necesitan políticas en ese sentido y manejó como una posibilidad que se otorguen más deducciones a impuestos para generar estímulos económicos. Defendió la apuesta del gobierno a instalar un sistema de cuidados que dará atención a niños, lo que permita a los padres poder realizar sus tareas y que la llegada de un hijo no sea un impedimiento para la familia.
De todos modos, dijo Sendic, el gobierno deberá analizar si ese tipo de medidas, que implican inversión económica, «son efectivas» o no.
Cuello de botella
En el período de aproximadamente 50 años, el número medio de hijos por mujer (tasa global de fecundidad) se redujo a la mitad. De un valor a comienzos de siglo cercano a 6 pasó a 2,7 en 1950, manteniéndose estable por casi tres décadas, según indica un informe del Instituto Nacional de Estadística de 2011 sobre la natalidad en Uruguay. Luego –agrega el estudio– comienza su descenso llegando al año 2000 a situarse en 2,3 hijos por mujer. «Esta baja sustancial está marcada por una reducción importante en la descendencia final de las generaciones femeninas nacidas a partir de los años treinta», apunta.
El Reporte Uruguay Social 2015, presentado hace pocas semanas por la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), aborda el tema de los desafíos demográficos. «El fenómeno del envejecimiento de la población se ha convertido en uno de los ejes de la realidad demográfica en el siglo XXI. Este proceso, que se ha instalado en la mayoría de los países de América Latina durante la llamada transición demográfica tiene lugar en un contexto en el que las desigualdades se manifiestan no solo entre grupos sociales sino también entre grupos etarios. El creciente aumento del peso de las personas adultas mayores en la estructura poblacional tiene diversos impactos en la vida económica, social, cultural y política de una sociedad».
Dice además que de acuerdo al Censo 2011 se observa un bajo peso relativo del grupo etario que va de 12 a 29 años (27%) en la población uruguaya, lo cual confirma que Uruguay se encuentra en una etapa «avanzada» de la transición demográfica, con un creciente peso de la población mayor de 65 años.
Las propuestas a Mujica que nunca se concretaron
La preocupación del expresidente José Mujica por la natalidad es conocida. Más de una vez desde distintas plataformas ha pedido a los uruguayos que se animen a tener más hijos.
Conocidos los datos del Censo 2011 que indicaba que la tasa de fecundidad había descendido una vez más, la exdiputada nacionalista Verónica Alonso visitó a Mujica en su despacho de la Torre Ejecutiva en setiembre de 2012 y le planteó una serie de propuestas para fomentar la natalidad en el país, que el expresidente se comprometió a estudiar, aunque finalmente no prosperaron.
«En 2001 teníamos una tasa de fecundidad de 2,37 hijos por mujer en nuestro país. De acuerdo al último censo, la cifra ha descendido y hoy tenemos 1,83 hijos por mujer, con lo cual tenemos un problema serio», señaló Alonso en aquel momento.
La primera propuesta presentada por la entonces diputada consistía en otorgar a partir de 2013 una bonificación de 10% en la jubilación tanto para la madre como para el padre de aquellas familias que tuvieran su tercer hijo. Y un beneficio de 10% adicional para aquellas que tuvieran su cuarto hijo.
Según la diputada esto no generaría gastos para el Estado, porque en el momento de la jubilación de ambos padres, el hijo sería un activo aportante al sistema de seguridad social.
Por otra parte, la legisladora propuso que aquellas familias que tuvieran tres hijos o más y que su ingreso llegara hasta 80 UR (hoy $ 66.700) pudieran contar con la posibilidad de acceder a créditos o soluciones habitacionales por parte del Ministerio de Desarrollo Social (Mides). La idea era que el organismo también atendiera a familias con ingresos medios y no solo a aquellas con bajos recursos.
La tercera propuesta establecía la posibilidad de aumentar las deducciones al Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF) a las familias que tuvieran tres o más hijos.
Como última medida la legisladora propuso que el Mides desarrollara una campaña de difusión, comunicación y sensibilización para que la población conociera el alcance de las medidas que apuntaban a favorecer la natalidad.
A pesar de que luego de la reunión la impresión de la legisladora fue positiva, ninguna de las propuestas vio la luz.
http://www.elobservador.com.uy/buscan-dar-impulso-la-natalidad-n709697#
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«Hay que lograr que se tengan los hijos que se quiera tener»
Diciembre 20, 2015
Experta considera que las políticas de incentivo fiscal no solucionan el problema
La socióloga y especialista en natalidad Carmen Varela no se opone a las políticas fiscales para la promoción de la natalidad, pero cree que no son la solución. Y a pesar del concepto del país envejecido tampoco considera que la situación de Uruguay sea tan grave a largo plazo, ya que las personas mayores viven más y tienen cada vez más actividad.
¿Por qué baja la natalidad?
En el mundo en general ha disminuido el número de hijos. Eso tiene que ver con el modelo reproductivo, el cambio de las mujeres en la salida al mundo del empleo, y los tiempos que van cambiando. La mujer diversifica su vida y los cambios se dan en ese sentido, en especial en sectores medios y medio altos. En Uruguay básicamente las que disminuyen más la fecundidad son las mujeres más educadas y de estratos sociales más altos. Las mujeres de estratos sociales más bajos también disminuyeron, y eso sucede porque a pesar de tener niveles de educación más bajos, influyen los programas de salud sexual y reproductiva que se vienen implementando desde 1996 y que se profundizaron a partir de 2005.
Ahora las mujeres en general tienen mayor acceso a poder limitar su reproducción. Y por otro lado, no están ajenas a lo que pasa en el mundo. El modelo ideal también es tener dos hijos y eso tira hacia abajo el número de hijos a tener. También es verdad que hay mujeres en otros países que tienen cuatro hijos.
¿La profesionalización es entonces una de las razones de mayor peso?
Las demandas de más especializaciones en el mundo del empleo también hacen que la gente necesite estar más tiempo en el sistema educativo. Yo sostengo en los trabajos que hacemos que no es que tengamos que hacer que las personas tengan más hijos sino que tengan los que quieran y que tengan un proyecto de vida diversificado. Que puedan elegir realmente. Las políticas fiscales se manejan, puede haber algunas que faciliten y den incentivos, pero básicamente el tema pasa por los cuidados. El Sistema de Cuidados es clave porque hay mujeres que tienen menos hijos porque no pueden compatibilizarlos con el trabajo y el estudio.
No va solo por políticas fiscales la cosa. El tema es cómo hacer para que se pueda tener los hijos que se quiera y pueda tener. Pero además, dentro de lo que es la dinámica demográfica hay otras cosas que importan, como el tema de la población más envejecida. Ahí entran a jugar otras cosas, como quiénes pueden ser activos. Hoy a los 65 y 70 años las personas pueden tener otra actividad y aportar a la sociedad. Y entonces no se necesita tanta fecundidad porque las personas viven más tiempo.
¿Entonces Uruguay no está en una situación grave?
Todavía no estamos en un problema grave. Por más que la tasa global de fecundidad está por debajo de dos, no es tan así porque eso es un número que promedia la reproducción de las jóvenes con las que están terminando su reproducción. Las mujeres de 35 a 45 años están llegando en general a dos hijos por mujer, e incluso a veces más. No es cierto que estemos disminuyendo la población. Si disminuye, hay que ver qué entra y qué sale en cuanto a nacimientos, muertes, inmigración y emigración. Y esa cuenta no está dando negativa.
http://www.elobservador.com.uy/hay-que-lograr-que-se-tengan-los-hijos-que-se-quiera-tener-n709701
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