Muchas veces, uno se enfrenta ante situaciones en que por un lado queremos aplicar los conocimientos, y por otro; no deseamos ser tildados de «nerds»; o de «ratones de biblioteca» o «pro fisco»; pero es en esas infinitas situaciones que se nos presenta esa dualidad, cuando carecemos muchas veces de «elementos» para sostener la teoría. Un ejemplo, es cuando las empresas deciden darle un «viático» a una persona, en combustible; y ese viático va creciendo de forma exponencial; y los litros de nafta que se presentan son fastuosos y ahí uno prende la alarma y dice: «esto no es creíble». ¿Porqué no?, y bueno porque más o menos – le decimos – estás consumiendo como si vivieras todos los días en Piriápolis, siendo que la empresa tiene dos sucursales, y una de la otra no está a más de 10 km; y vos vivís a 10 cuadras… los que trabajan en esto, me entenderán y los que no trabajan, y estuvieron del otro lado, también les parecerá conocida la trama … y la situación sigue sin resolverse …