No es fácil titular. Hace tiempo que quiero encarar esta temática y por una razón u otra va quedando para atrás. Ayer estaba navegando por youtube, y doy con un video que trata de ciudadanos españoles (madrileños) por el mundo, y este video estaba dedicado a esos ciudadanos que viven en Montevideo. Me dio curiosidad, y comienzo a mirarlo; hasta que en el minuto 3:59, habla de las dimensiones de su casa en el barrio Carrasco y aparece una Señora que limpia; pide permiso, dice que no romperá la cámara y la periodista le pregunta: ¿Tienes Servicio Doméstico?, pero ¿Tienes más de una?, ¿Cuánto cuesta?, y la Señora entrevistada, le dice bajito y de una forma tipo cómplice y como que es algo increíble, “una ganga”, de que sólo paga 250 Euros. Y ese fue el disparador.
Hace unos meses también leía un artículo viejo, que fue publicado en el diario El País, en que hablaba de que la pobreza en América Latina era básicamente un tema ético. Y creo que tiene razón ese economista. Pero agregaría que no sólo es un tema ético sino un tema de costumbres, y de que la sociedad acepta que así sea. ¿Porqué la sociedad acepta que un jugador de fútbol gane millones de dólares por pegarle a una pelota y correr detrás de ella y no acepta que un médico gane unos miles de dólares por mes?, ¿Porqué la sociedad acepta que en las escalas salariales no existan las mismas sino que básicamente existen cataratas de saltos, no tienen relación lo que gane un auxiliar contra lo que pueda ganar su supervisor por ejemplo?, ¿Porqué la sociedad acepta que Funcionarios Públicos de una actividad tengan más privilegios que otros Funcionarios Públicos o incluso que los mismos ciudadanos que pagan para que ellos cumplan esa función?. No hay explicación. Para mi todo es muy incoherente.
Fíjense que ese caso del video, si lo ven; no es que esté mal la Señora por pagarle los 250 Euros; seguramente cumple con el mínimo impuesto por el Consejo de Salarios, pero ante tanta demostración de riqueza (observen los palos para jugar al polo, cuando muestra los cuadros de los hijos), y tantos detalles de esa riqueza; que cuando lo compara con lo que paga a la empleada, a ella misma le parece algo ridículo, tanto que baja la voz. Eso es un dilema ético. ¿Usted viviendo entre tanta opulencia, podría pagar a una persona que trabaja en su casa ese dinero?
¿Y qué tiene que ver los Consejos de Salarios?, que es un sistema injusto; porque trata de uniformizar la realidad cuando la misma no es uniforme. Quizás una Señora con un hijo, que gane $ 30 mil pesos por mes, necesite una empleada y pagar $ 10 mil pesos sea un impedimento, pero en cambio para esta Señora que vive ante tanta riqueza, pagar esos $ 10 mil pesos mínimos es una ganga, una risa.
No es lo mismo decir que una cajera de un supermercado debe ganar tanto, cuando quizás un supermercado de una zona alejada de Montevideo apenas pueda pagarlo, y distinto es un supermercado dentro de un shopping, todo eso no lo mide el Consejo de Salarios.
Para mi en el caso del Servicio Doméstico, tendrían que existir mínimos considerando otros indicadores de demostración de riqueza, como ser los metros cuadrados de una vivienda, si incluye patio, si tiene auto o más de un auto, si tiene piscina, cantidad de dormitorios, cantidad de personas que vivan en la casa, etc. Pero todo eso no se les ocurre plantear, y van a lo fácil que termina perjudicando no sólo a esas trabajadoras sino también a muchas más personas que quizás necesiten esos servicios y el laudo termina condenándolas a que se les cierren puertas de trabajo.
Saludos, Darío Abilleira
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Etiquetado: Consejo de Salarios, Servicio Doméstico y la Ética
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