Mi abuelo materno, guardaba El Escolar del diario El País, guardaba suplementos; también habían Catálogos de London-París, que yo no conocí esa tienda funcionando pero que sí conocí esos catálogos; hoy paso caminando por 18 de Julio y Río Negro, y están las letras en el Edificio, y el globo terráqueo encima, como legado histórico. Pero a lo que iba, es que quizás heredé eso de mi abuelo de guardar. Y tengo diarios viejos, y ahora haciendo lugar, miro los titulares de 8 años atrás y parecen que fuesen actuales. Hay problemas que son tratados una y otra vez, y no pasa nada. Y seguimos igual. Hace pocas semanas, renunció el Ministro de Economía, y después salen reportajes que el Presidente Mujica dice que todo es su responsabilidad, y que él sabía. ¿Y porqué no existe el mismo delito para el Presidente?; sería lo justo. Me llamó la atención un comentario del Dr. Nicolás Herrera en una nota que le hicieron en el año 2005, en que él ya mencionaba un desliz del entonces Ministro de Ganadería, el que hoy es Presidente. Y alertaba que la pérdida de derechos y libertades son imperceptibles en el tiempo, es como ir envejeciendo; hasta que miramos una foto y nos damos cuenta que pasó el tiempo. Si escuchan la entrevista con el Ministro de Relaciones Exteriores, queda en claro que Uruguay aceptó el ingreso de Venezuela por un acuerdo individual de una persona: El Presidente. Que en nuestro País, no es más que otro ciudadano con una función especial, y mientras dure su cargo está perfecto que tenga ciertos privilegios pero ¿No hay un exceso de función el comprometer a un País cuando además sus asesores pensaban otra cosa?. No lo sé, quizás aún me falte aprender mucho del tema. Pero me deja pensando, y es para pensarlo. Porque no puede transformarse en normal esas actitudes. Como dice la canción de Robbie Williams, en su canción Go Gentle, que se la dedica a su hija Teddy: “no malgastes el tiempo … en los que piensan que son héroes”. Es así, no hay héroes ni iluminados.
No es bueno apartarse de las normas pese a una justificación moral
—Varios dirigentes políticos han criticado al Poder Ejecutivo por su interpretación de diferentes normas. ¿Cree Ud. que existe una tendencia del gobierno a desconocer algunos preceptos jurídicos?
—Soy de los que creen que las libertades y los derechos no se pierden de un día para el otro, sino que se van desvaneciendo imperceptiblemente en el tiempo y cuando desaparecen cuesta mucho recuperarlos. No quiero dramatizar diciendo que estemos en ese camino, pues no es el caso; pero algunas declaraciones de figuras claves en el gobierno me resultan preocupantes. Me refiero, por ejemplo, a lo expresado por el ministro Mujica en un reportaje publicado recientemente en el semanario Búsqueda, en donde reconoció que el Ministerio de Ganadería no llamó a licitación para la adquisición de raciones para el ganado vacuno sino que efectuó una compra directa por un monto mayor al autorizado por las normas legales. Lo justificó sosteniendo que “como los hombres somos torcidos, hemos inventado un estado de Derecho con toda una mecánica que trata de evitar que las humanas desviaciones se puedan manifestar, pero que muchas veces no lo logra y funciona como una tranca para que las cosas no se hagan“.
Este no es un caso demasiado importante por el volumen de la compra, pero no es bueno que una alta autoridad diga públicamente que se ha apartado de las normas por más justificación ética o moral que en ese momento pueda haber existido. Hay que entender que estas normas fueron aprobadas porque el legislador ha tenido desconfianza de la forma como la administración pública maneja el dinero de los contribuyentes. La diferencia con el sector privado es que cuando un empresario tiene una urgencia arriesga su propio dinero y, por lo tanto, tiene la libertad y la rapidez para utilizarlo del modo que considere más conveniente. Por eso, hoy se ha vuelto a debatir si las empresas estatales deben estar regidas o no por el derecho privado. Una situación preocupante es que las empresas públicas muchas veces al competir lo hacen ejerciendo ventajas indebidas o con subsidios cruzados. Es de esperar que las Unidades Reguladoras actúen con independencia y en favor de la competencia protegiendo a los consumidores.
El País 24/10/2005
http://historico.elpais.com.uy/Suple/EconomiaYMercado/05/10/24/ecoymer_180974.asp
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Mujica argumentó por qué lo político primó sobre lo jurídico
El mandatario señaló que los presidentes del Mercosur debieron decidir entre dos normativas para ver cuál le aplicaban a Paraguay
El Observador – 12.07.2012
El presidente José Mujica aclaró por qué lo político primó sobre lo jurídico en la decisión de suspender a Paraguay en el Mercosur y de abrirle las puertas a Venezuela, decisión que fue tomada junto a las presidentas de Brasil, Dilma Rousseff, y de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner.
El mandatario volvió a fustigar lo sucedido con el cambio de presidentes en Paraguay. “La herida más grave que ha recibido el Mercosur en su historia es el golpe de Estado parlamentario sumarísimo que no dio el más mínimo tiempo a ninguna defensa, a ninguna investigación”, expresó en su audición semanal de M24. “Ni a un ladrón de gallinas se le procesa en esa forma tan sumarísima”, comentó.
Agregó que ante esa situación, los demás mandatarios del bloque no podían permanecer “distraídos”. “Este hecho obligó a que se aplicara la cláusula de fe democrática, la llamada Usuahia 1, que oportunamente había sido aprobada por todo el Mercosur. Y llama la atención cómo se olvida esta cláusula, esta definición de carácter jurídico”.
Mujica señaló que esa norma obliga a sanciones. “Y esto es lo que en Mendoza se puso arriba de la mesa, es lo que hicieron los tres presidentes. Se desecharon las sanciones económicas deliberadamente que estaban contempladas como posibilidad en esa clausula de fe democrática, y sencillamente se desecharon porque iba a afectar la vida del pueblo paraguayo.”, comentó.
“Lo político que jugó es que lo que se decidió es cuál aspecto legal, en esas circunstancias, tenía más fuerza: si los acuerdos llamados de Usuahia 1, de fe democrática, o los puros documentos fundacionales” del bloque, explicó.
“Y la decisión fue sencilla: no queremos quedar más rehenes de un Senado (paraguayo) que está practicando formas reiteradamente espurreas”, comentó, al hacer referencia a la negativa de los senadores paraguayos al ingreso de Venezuela al bloque desde hace cinco años.
“A veces hay cierta legalidad que encubre hipocresía. Pero en este caso además, en los hechos, se chocaba con la cláusula de fe democrática y esto tuvo prioridad, por los antecedentes de América Latina”, señaló en referencia al golpe de Estado de Honduras, y los intentos en Ecuador y Bolivia.
El presidente manifestó que no es la primera vez que lo político tiene más peso que lo jurídico.
“¿Cómo se explica la superación de las frecuentes obstáculos comerciales si las instituciones fallan, si lo jurídico no se respeta? Sencillamente la única explicación es que existe voluntad política de los gobiernos”, dijo Mujica, quien puso como ejemplo la forma en que se solucionó el bloqueo en el puente entre Fray Bentos y Gualeguaychú.
“¿Podemos ser tan inocentes, alguno puede pensar que aquel bloqueo del puente fue superado por la acción jurídica, por los abogados que fueron a La Haya? No, no podemos ser tan inocentes, eso fue superado por trabajo y decisión política”, agregó.
Lacalle “estuvo bien” en su momento
En otro momento de su audición, Mujica recordó los inicios del Mercosur. Indicó que los entonces mandatarios de Argentina, Carlos Menem, y el brasileño, Fernando Color de Melo, “inmersos en el auge de las teorías neoliberales”, se aprestaban a dar un salto hacia adelante en las relaciones comerciales al crear una zona de libre comercio entre ellos.
Agregó que “con buen tino”, el presidente uruguayo Luis Alberto Lacalle y su par paraguayo Juan Carlos María Wasmosy, “fueron a golpear la puerta y se colgaron de apuro en ese acuerdo”.
“El fantasma era el peligro de quedar aislado en las relaciones comerciales en el marco de esta región, y estuvo bien la intención”, dijo Mujica.
Agregó que en ese momento se manejó que iba a haber un comercio de “200 y pico” millones de habitantes. “Hubo mucha manija, no mal intencionada, mucho sueño. Después la realidad fue mostrando que el camino era necesario y posible, pero en todo caso lleno de dificultades.
Mujica entiende que hoy se está en otro tiempo y que debe plantearse “si no puede haber niveles distintos de socios”.
“Así como estamos no podemos arrimarnos a la comunidad andina. Tenemos que modificar eso, ¿cómo no lo vamos a poder modificar?”, comentó. “Si nos quedamos con la letra del pasado no vamos a avanzar”.
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Otra vez lo político por encima de lo jurídico
Sábado, 31 Agosto 2013
En un Estado de derecho nunca lo político pasa a prevalecer sobre lo jurídico. Si se prioriza – como se ha hecho – al revés, se inicia un proceso de deterioro de las instituciones, de la democracia real, de las garantías individuales y finalmente vaya a uno a saber adonde se llega.
Los uruguayos ya tuvimos una triste y lamentable experiencia de ese tipo. Comenzó por un grupo de iluminados, que en plena democracia, se alzaron en armas, copiando a una revolución que, tras más de 50 años en el poder , se ha convertido en dictadura. Esa acción, desato una represión que se salto las normas y termino tomando el poder. Pensábamos que quienes habían vivido y generado esas situaciones algo habrían aprendido. Lamentable error, no fue así.
Cuando en el año 2012, el Congreso de la República del Paraguay, tras un juicio político realizado de acuerdo a su Constitución, destituyo al presidente Fernando Lugo, Mujica argumento que lo político estaba por encima de lo jurídico y encabezo con los mandatarios de Argentina y Brasil una indebida intervención en asuntos exclusivos de los ciudadanos guaraníes. Aprovechando el momento, se dio entrada por la ventana al Mercosur, a Venezuela. Ingreso al cual se oponía Paraguay.
Ahora, ese mismo incorrecto pensamiento, que se pensó, solo sostendría Mujica, se extendió a otros integrantes de su gobierno.
En este caso, quien aplica la incongruencia de que lo político esta por encima de lo jurídico, es la presidenta de Antel. Ha decidido seguir adelante con el acuerdo con la Intendencia de Montevideo para financiar y construir un centro multifuncional con fines deportivos y culturales en el predio del derrumbado Cilindro Municipal. La jerarca de la telefónica estatal, que de esa forma, desestima los cuestionamientos del Tribunal de Cuentas (TCR) sobre la legalidad del referido acuerdo.
De esta forma, queda claro que la incorrecta filosofía de Mujica que muchos tomaron como una de sus “ocurrencias” tipo “como te digo una cosa te digo la otra”, tiene sus lamentables imitadores.
También esa idea, prevaleció al anular la “ley de caducidad”. El oficialismo decidió pasarse “por las partes”, según reconociera el Ministro de Defensa Nacional, Fernández Huidobro, dos pronunciamientos populares contrarios, un par de artículos inconstitucionales y principios básicos del derecho.
Todo ello, va pavimentando un camino de intolerancia y violación de las normas constitucionales que al asumir, Mujica juro respetar. Hay que avisarle, que esta violando ese juramento y que algunos de sus jerarcas siguen su lamentable ejemplo y que convendría parar la mano.
Como acostumbra a decir Mujica “difícil que el chancho chifle” pero hay que decirlo y no dejarlo pasar.
http://laprensa.uy/index.php/editorial/46117-otra-vez-lo-politico-por-encima-de-lo-juridico
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Velocidad en el deterioro del gobierno del presidente Mujica es enorme
Hay elementos básicos que se están dejando de lado debido a una lógica de “funcionalidad social” muy peligrosa
Asuntos de derechos
-El espacio que los partidos políticos dejan sin cubrir, ¿es el que ocupan otros movimientos sociales?
-Hay otro fenómeno prevalente en nuestra cultura que es el síndrome de los derechos. El último ejemplo es el tema del resarcimiento a las víctimas por crímenes o delitos. Hay una distorsión acerca de qué son los derechos. Que alguien esté en una situación de necesidad nos plantea el interés por ayudar, pero no es un derecho como está concebido en Uruguay. Lo que produce esa concepción -no es necesariamente este caso- pero sí en materia de salud o vivienda, es que la persona que se encuentra en esa posición, en lugar de hacer el esfuerzo por obtener lo que quiere, va y corta la calle para que se lo den.
-¿Se habla más de derechos que de deberes?
-Es que no hay deberes sino solo derechos. Es una concepción equivocada que se ha instalado muy fuerte. Los derechos no obligan a resarcirme cuando me roban. Eso lo que produce es una sociedad que está toda del lado del reclamo.
Entonces se da lo que ahora estamos viendo, que es un mamarracho. Todos estamos de acuerdo, hay que resarcir a las víctimas, muy bien… eso sí, págalo tú. Que lo paguen de los sueldos, los bancos, las aseguradoras… los países no avanzan así. La concepción es que el Estado tiene que dármelo. Me dedico a hacer el esfuerzo para ir a golpear la puerta del Estado para que me dé lo que yo quiero, pero no pongo la misma fuerza para ganármelo. Las expectativas se han desorbitado de tal manera que no hay sistema que las satisfaga.
Los platos rotos
-¿Cómo se supera ese estado de cosas?
-Es muy complejo desandar ese camino. Además, estos últimos gobiernos han ido aflojando en ese sentido. El Partido Nacional hizo un esfuerzo muy grande para cambiarlo y levantó muchas resistencias. Dejó instaladas algunas cosas en las que por ahora no se ha dado marcha atrás, como en materia de equilibrios macroeconómicos o procesos de mejora de gestión. Ni Sanguinetti ni los que siguieron, avanzaron. Y eso que los platos rotos estaban pagos en buena medida por el Partido Nacional, pero no se animaron. Fuimos hacia atrás.
-¿Solo ve retrocesos en lo hecho por los gobiernos del Frente Amplio?
-En un esquema como el nuestro donde el Estado es tan prevalente, el gobierno tiene los dedos metidos en una cantidad muy grande de teclas. Hacer un balance es muy difícil. Lo primero es el balance en materia institucional, que yo creo que es bueno, porque aun con los antecedentes que tenían muchos de los integrantes del Frente Amplio no han hecho desaguisados institucionales como se ve en Argentina. El escalón siguiente, en cuanto al respeto por el Estado de Derecho, no está tan claro. Hay un deterioro que se está acelerando enormemente. Una concepción muy marxista, donde se distingue el Derecho formal del Derecho de lo material. El concepto es: “no me incomoden con las formas, con el Tribunal de Cuentas ni con la Constitución, sacamos la ley y listo”. Y esto está generando leyes que salen como chorizos, de pésima calidad técnica y jurídica. Hay cosas básicas de Derecho que se están perdiendo por una suerte de “funcionalidad social” muy peligrosa.
El País 12/09/2010
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El gobierno y el derecho
HEBERT GATTO
Cuando el Presidente sentenció que la política estaba por encima del derecho muchos lo escuchamos sin demasiada alarma. Asumimos se trataba de una inadvertencia de las suyas, en un mal día de su mandato. Pero esta vez la costumbre nos engañó y no hubo rectificaciones. Mujica, está efectivamente convencido que el derecho importa poco y que para el caso no cabían desmentidos. Luego supimos que lo mismo cree el gobierno en su conjunto y que la irrelevancia del orden normativo integra su cultura política. Por más que no sea con un ánimo violatorio expreso, como a veces exhiben los autoritarismos, sino como un requisito menor, una forma que puede dejarse de lado en aras del cumplimiento de metas políticas sustanciales que se entienden de mayor trascendencia.
Para probarlo no es necesario remontarse demasiado atrás en el desempeño de esta administración, alcanza poco más que con el último año. Cuando luego de desmentidos reiterados se derogó parcialmente la ley de caducidad la doctrina había advertido casi unánimemente que ello supondría notorias inconstitucionalidades. Pero ello no importó, la bancada oficialista impuso su mayoría y el Poder Ejecutivo promulgó la ley a sabiendas de la grosera violación de la Carta. Cuando como era esperable la Suprema Corte se pronunció en contra, el gobierno como si se sorprendiera, permitió una campaña de agravios sin precedentes contra otro poder del Estado.
Pocos meses más tarde el objetivo consistió en hacer ingresar a Venezuela en el Mercosur, hasta ese momento impedido de hacerlo por el veto del Paraguay. Bastó la legítima remoción del Presidente de este país, para que mediante un acto de clarísima intervención, violatorio del derecho internacional, Uruguay secundara a sus restantes socios y suspendiera la titularidad paraguaya. Un acto de intromisión groseramente ilegítimo que rompió una inmaculada tradición jurídica del país sin que nadie en el oficialismo se inmutara en lo más mínimo.
Por estos días se acaba de enviar al Parlamento un proyecto de ley para regular los servicios de radio y televisión que limita fuertemente los contenidos que podrán difundir los medios. A ello se suma que la aplicación de los controles y prohibiciones en la materia se efectuará por parte del Poder Ejecutivo “per se y ante se”. Ninguno de los constitucionalistas que han emitido opinión avala dicha regulación claramente inconstitucional y una vez más contraria a la trayectoria internacional del país en materia de libertad de expresión. Sin embargo, salvo milagro, hay fuertes posibilidades que la misma sea sancionada. La semana pasada el Tribunal de Cuentas, siguiendo una reiterada jurisprudencia y la opinión acorde de la doctrina nacional, dictaminó que Antel no puede construir un estadio puesto que su carta orgánica no admite tal emprendimiento. No obstante al día siguiente, en insólita celebración, con la concurrencia de todo el gobierno, la Presidenta de ese organismo anunció triunfalmente la prosecución de las obras en convenio con la Intendencia de Montevideo. En el mismo acto la primera senadora declaró que los pronunciamientos del Tribunal de Cuentas no son vinculantes y que la decisión, como si ello la invalidara, no se había adoptado por unanimidad. A nadie pareció molestarle que otra vez la Constitución, que para algo crea órganos y controles, se dejara de lado. Es costumbre.
http://www.elpais.com.uy/opinion/gobierno-derecho-politica-presidente-mujica.html
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Etiquetado: Abuso de funciones, Flexibilización de un Estado de Derecho, Lo Político primó sobre lo Jurídico
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