“Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía, ha dedicado 40 años de su vida profesional a estudiar cómo las desigualdades de información generan abusos de poder y deformaciones indeseables en la economía. Sus investigaciones demuestran que los ejecutivos de las grandes empresas con frecuencia ocultan información para beneficiarse a costillas de los trabajadores y los accionistas. Por eso Stiglitz sostiene que imponer ciertas obligaciones de abrir información en las empresas privadas, contribuye a limitar esos abusos y mejorar la eficiencia de la economía”. (de Giménez Cacho)
…
Stiglitz recomendó a la región no frenar inversiones en tecnología
Continuar con las inversiones en infraestructura y tecnología y avanzar en la lucha contra la desigualdad fueron algunas de las recomendaciones que dejó para la región el Nobel de Economía Joseph Stiglitz en su paso por Montevideo.
del diario El País 9/12/2013
En el cierre de su visita en Uruguay, el Nobel de Economía marcó varios aspectos en los cuales la región debe continuar trabajando para mantenerse en la buena senda. Como un factor común en todos los países latinoamericanos señaló la necesidad de continuar haciendo inversiones en infraestructura y tecnología.
“Hay que continuar el proceso de modernización. Es un desafío difícil para todos los países, porque el mundo sigue cambiando y uno tiene que correr para estar siempre en el mismo lugar”, dijo el Stiglitz en la jornada final de un evento organizado por el Banco Central (BCU) y el Ministerio de Economía.
Otro de los desafíos que marcó fue el de trabajar para mejorar la desigualdad. “Es muy importante crear empleo. América Latina en su conjunto es una región del mundo que tiene la mayor desigualdad. Pero un aspecto interesante es que en la última década han sido uno de los lugares donde ha habido mejoras en la desigualdad”, sostuvo.
Sobre este tema, marcó un contraste con Europa y Estados Unidos “donde las cosas han empeorado mucho. El desafío es continuar manteniendo esa mejora y asegurarnos que ese proceso continúe”, dijo.
Como un aspecto positivo señaló que la región mantenga una economía diversificada. “En varios países el crecimiento se ha visto estimulado por los recursos naturales y los commoditties y eso llevó a tener una economía idealmente diversificada. Hay muchos países donde la economía se concentra en esos recursos y commoditties en forma desproporcionada. Es importante crear esas economías diversificadas”, sostuvo el Nobel de Economía.
Volatilidad.
Stiglitz también se refirió a los problemas que le causa a la economía los vaivenes del tipo de cambio.
“Los países sufren cuando el tipo de cambio sube y también sufren cuando baja; ambos hechos crean problemas. Es la volatilidad la que crea problemas”, afirmó el experto. A su vez, señaló que las acciones que deben tomar los gobiernos y los bancos centrales para mitigar esa volatilidad tienen sus costos.
“Los países con buenas reservas, con buenos marcos económicos, lo que van a hacer es deshacer lo que hicieron antes para protegerse”, dijo.
Agregó que “los países que trataron de mantener bajo el tipo de cambio para que no apreciara van a tener que tirar esas políticas. Las medidas que tomaron los países van a ser revertidas y por eso también es algo bueno la acumulación de reservas”, explicó. “Ahora los países podrán utilizar esas reservas para estabilizarse; espero que no tengan miedo de hacerlo”, añadió.
También marcó la necesidad de crear un sistema mundial de reservas. “El hecho de que el dólar sea la moneda de reserva es un anacronismo en este momento”, sostuvo.
Recordó que hace tres años planteó la posibilidad de crear ese sistema que contó en su momento con el apoyo de varios países. “Francia quería que fuera un tema permanente de la agenda de las reuniones del G20. Desafortunadamente la oposición de Estados Unidos fue dominante y no se pudo lograr”, manifestó.
“Después llegó la crisis del euro y se concentró la atención en otros temas”, dijo Stiglitz. “Ahora no está en el centro del debate, pero creo que en algún momento volveremos a discutir ese tema, porque el sistema actual es inadecuado”, afirmó Stiglitz.
En su discurso, el ministro de Economía Fernando Lorenzo señaló que Uruguay debió autoprotegerse para hacerle frente a la inestabilidad económica mundial, aunque debiendo asumir ciertos costos.
“Uruguay tiene liquidez. Tenemos contratados créditos contingentes con varios organismos multilaterales. Construimos nuestras propias herramientas para protegernos de esa inestabilidad, pero tienen un costo”, señaló el jerarca.
Lorenzo planteó que esta protección “en la medida que tiene un costo fiscal” significa “retacearle recursos a otras áreas que impulsan el crecimiento”.
Expresó que “a falta de otras iniciativas multilaterales o globales, nuestra única posibilidad es la autoprotección y es al mismo tiempo un recargo que plantea el dilema de la estabilidad y el costo de mantener esa estabilidad”, sostuvo.
Añadió que Uruguay tiene la suerte de contar con una red de instituciones financieras de crédito con las que ha hecho buenas operaciones y con ellas hacerle frente a la creciente inestabilidad. “La tarea no está acabada, tenemos mucho por hacer y desearíamos que los avances en el ámbito multilateral ocurrieran más temprano que tarde”, finalizó.
Stiglitz también se refirió a los organismos multilaterales de crédito. “América Latina tiene un particular éxito con estas instituciones regionales. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) es una entidad de mucha importancia para la región”, manifestó el Nobel.
Pero también se refirió a la CAF. “Es un banco de desarrollo muy exitoso y es ejemplo de una institución eficiente de desarrollo. Es un inversionista importante para proyectos de infraestructura en los países”, dijo
Además de Stiglitz y Lorenzo, participaron ayer de la actividad el ministro de Economía de Cataluña, Andreu Mas – Colell y el representante del Fondo Monetario Internacional (FMI), Jonathan Ostry.
Visita al senador Larrañaga
Durante su visita a Uruguay, el Nobel de Economía se reunió con el candidato nacionalista Jorge Larrañaga. En el encuentro dialogaron sobre el comportamiento volátil que caracteriza a la economía global. “Los paquetes de estímulo monetario aplicados por los países desarrollados con el objetivo de reactivar sus economías han generado enormes flujos de capitales hacia los emergentes, con las consecuencias de un fortalecimiento de las monedas de los emergentes, pérdidas de competitividad, o proteccionismo comercial” expresó Larrañaga. Además, sostuvo que “son inciertos tanto el tiempo como la forma que durará el proceso de retiro de éstos estímulos, como así también las consecuencias”.
http://www.elpais.com.uy/economia/noticias/stiglitz-recomendo-region-no-frenar.html
…///
Stiglitz: Deben ser “creativos” ante incertidumbre en economía global
Uruguay y otros países de América deberán ser “creativos” para enfrentar los “desafíos” que vendrán por las políticas económicas de Estados Unidos, fue la visión que transmitió el Nobel de Economía, Joseph Stiglitz ayer en Montevideo.
del diario El País 08/12/2013
Ante unas 300 personas en la sala Hugo Balzo del auditorio del Sodre (entre los que se contaban economistas, gobernantes, legisladores, ejecutivos bancarios) Stiglitz fue escéptico sobre la solución a la crisis global y planteó críticas a cómo se manejó.
Cuando se despidió tras conversar unos minutos luego de la conferencia, el presidente José Mujica le dijo: “Siga manteniendo ese coraje y esa libertad de pensamiento”.
Para Stiglitz la “economía global va a seguir teniendo un período muy difícil. Van a haber muchos obstáculos en el camino. Las políticas en Estados Unidos y en Europa están en un territorio desconocido. La flexibilización de los estímulos monetarios, todas estas cosas van a causar perturbaciones a la economía global”.
Durante la conferencia el profesor y premio Nobel de Economía indicó que Uruguay y otros países del continente deben darse cuenta que Europa y Estados Unidos cuando decidan sus políticas “van a penar primero en sus propias economías” y “no van a hacer la pregunta de cuál será el efecto en el mundo”.
“Ustedes y otros países en América tienen que empezar a formularse la pregunta: ¿Qué pueden hacer para mantener el crecimiento y la estabilidad?” , dijo ante la atenta mirada del ministro de Economía, Fernando Lorenzo, y Mujica que lo escuchó en primera fila.
Stiglitz expresó que los países “no deben descansarse en un crecimiento global para sus propias economías”, sino que deberán “ser creativos”. “Las cosas están yendo bien, pero pueden cambiar rápidamente”, advirtió. “Para aquellos que están en el Ministerio de Economía y en el Banco Central este será un período excitante y grandes desafíos. Les deseo buena suerte”, concluyó el economista.
Cuando llegó el turno de Mujica, el mandatario expresó: “Hemos hablado mucho, ahora tenemos que hacer algo. Le agradecemos mucho porque nos ayuda a dormir bien. Que Dios nos ayude si tan importante señor existe”.
Para Lorenzo en el caso uruguayo “nos hemos ido preparando, generando barreras, resguardos de diverso tipo”. Señaló que “nunca uno está preparado para enfrentar todas las dificultades” sino “para enfrentar las más probables”.
Destacó que se dieron “avances” en el plano financiero y productivo. “Nunca hay que afirmar que nos ponen a resguardo de cualquier dificultad, pero nos protegen mejor que en el pasado”, aseguró.
Por su parte, el presidente del Banco Central, Mario Bergara afirmó que “países pequeños, abiertos, emergentes como Uruguay tienen que ser creativos y estar preparados para enfrentar tanta incertidumbre y volatilidad” que vendrá cuando Estados Unidos retire los estímulos monetarios.
Crítica.
Gran parte del discurso de Stiglitz se centró en una fuerte crítica a las políticas desarrolladas por la Reserva Federal (Fed) de los Estados Unidos durante la crisis de 2008. Expresó que antes de la misma había una visión generalizada de que los mercados eran eficientes y estables; y que la política monetaria era el instrumento más eficaz para estabilizar la economía al ajustar las tasas de interés.
“Se prestaba poca atención a las burbujas porque (Ben) Bernanke y (Alan) Greenspan -actual y expresidente de la Fed respectivamente- creían que no existían. Creían en la religión de los mercados eficientes, aun cuando era muy obvio que teníamos una burbuja inmobiliaria. No había que tener un doctorado para darse cuenta de que la gente no puede gastar más del 100% de sus ingresos en la vivienda”, expresó.
“Otro argumento que se manejaba era que no se tenían los instrumentos para reducirla, cuando había muchos que podrían haber usado”, indicó. Pero como (Bernanke y Greenspan creían que los mercados eran eficientes eligieron hacer nada. Y estaban equivocados”. Aseguró que estudios sobre la volatilidad en América Latina y otras áreas emergentes muestran que una fracción “muy grande” de las fluctuaciones de sus ciclos “no están causados por errores de políticas internas”, sino que es “importado como resultado de la volatilidad en los mercados de capital internacionales o en el precio de los commodities”.
Puso como ejemplo la respuesta de Estados Unidos a la recesión, cuando bajó las tasas de interés a corto plazo y eso “fue un problema”. Como la economía no empezó a recuperarse dijeron: tenemos que hacer algo más fuerte y trataron de bajar las tasas a largo plazo comprando bonos a largo plazo y financiando la deuda.
“En un mundo globalizado, con los mercados financieros integrados uno mira y dice cuál es el mejor lugar para colocar le dinero. Estaba claro que EE.UU. en recesión no era el mejor lugar” sino que “eran los mercados emergentes y la consecuencia fue que la liquidez se fue a donde no se quería. La Fed creo burbujas en el mundo que ayudaron a aumentar el flujo de capital causando inflación, apreciación de la moneda y distorsionando las economías”, afirmó.
Centro de excelencia en el país
nLa International Economic Association, a través de su presidente Joseph Stiglitz y el gobierno uruguayo acordaron ayer la instalación de un centro de investigación de excelencia en economía, que tiene por objetivo el estudio de los problemas económicos y sociales relevantes. El desarrollo del programa comenzará el año próximo con la participación de 100 investigadores internacionales, regionales y locales. Las áreas temáticas incluirán política fiscal y monetaria, políticas sectoriales, comercio, mercado laboral formación de precios, regulación bancaria y sistema financiero, así como otros vinculados a educación y desigualdad.
http://www.elpais.com.uy/economia/noticias/stiglitz-deben-creativos-incertidumbre-economia.html
…///
JOSEPH STIGLITZ
El triunfo del 1%
Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía 2001, ex Jefe de Asesores Económicos de William Bill Clinton y ex Vicepresidente del Banco Mundial, es considerado el mayor teórico macroeconómico de la globalización, instancia cuyo comienzo puede ubicarse en 1989, a partir de la implosión del “socialismo real”.
Carlos Luppi – del diario El País 19/07/2013
Stiglitz analizó su génesis y consecuencias en su primera trilogía, integrada por los libros El malestar en la globalización(2002), Los felices noventa(2003) y Cómo hacer que funcione la globalización(2006). Catedrático de la Universidad de Columbia, expositor permanente en los Foros de Davos y San Pablo, y vocero, junto con Paul Krugman (Nobel 2008), de la crítica neokeynesiana al “fundamentalismo de mercado” o neoliberalismo, y de las políticas desarrolladas por los organismos multilaterales de crédito, tuvo como escritor su momento de esplendor en los tres libros mencionados. Luego ingresó en un período de leve decadencia con títulos como Estabilidad con crecimiento, liberalización y desarrollo(2006), Comercio justo para todos(2007), La guerra de los tres billones de dólares(2008) y Caída libre. El libre mercado y el hundimiento de la economía mundial(2010), en los que intentó sin éxito pleno una crítica a los años de George W. Bush. En dicha misión tuvo mucho mayor impacto Krugman desde sus columnas de The New York Times y las compilaciones correspondientes. La dispersión de comentarios de Stiglitz a la crisis económica global 2007-2010 en Estados Unidos y Europa, donde se prolonga hasta el presente, erosionaron su prestigio, que ahora resurge.
Del 1%, por el 1%, y para el 1%.
En su último libro, El precio de la desigualdad, Stiglitz retoma en plenitud su capacidad analítica y la comprensión de todas las implicancias del fenómeno estudiado. Parte de dos constataciones conocidas: “El 1% de la población disfruta de las mejores viviendas y el mejor nivel de vida, pero(…) su destino está ligado a cómo vive el otro 99%” ; y que “las consecuencias de la desigualdad son conocidas: altos índices de criminalidad, problemas sanitarios, menores niveles de educación, de cohesión social y de esperanza de vida“, lo que origina mayores costos en el combate a sus consecuencias, esto es, en la lucha contra la pobreza, la marginalidad, la drogadicción y la delincuencia. Si esos recursos se hubieran invertido desde el comienzo en lograr una sociedad equilibrada, de oportunidades, un “Estado de Bienestar” como el que, cada cual a su modo, vivieron Estados Unidos y Europa desde 1945 hasta prácticamente la Crisis de 2007, se lo habría alcanzado. A partir de dichas constataciones, el análisis se proyecta sobre el fracaso que implican para las identidades supranacionales (como la Eurozona), las nacionales, el sistema político, las políticas económicas y sociales, el rol de las clases gobernantes, y aún el sistema judicial. Extiende sus consideraciones a la degradación ambiental y la desnacionalización de los recursos productivos, tema muy vigente en América Latina.
Descripción y agenda.
Stiglitz escribe desde el estudio empírico de la realidad. Comienza El precio de la desigualdad con una referencia a España, actualmente el mejor ejemplo del fracaso de las políticas “de austeridad”, o sea privilegiar la lucha contra los déficits fiscales por sobre el desarrollo y el empleo mediante ajustes presupuestales, lo que la llevó a una recesión sin fin visible, y a un desempleo abierto de 27%, que llega a 57% entre los menores de 25 años. “Los problemas de España son consecuencia de la misma mezcla de ideología y de intereses especiales que en Estados Unidos condujo a la liberalización y desregulación de los mercados financieros y otras políticas fundamentalistas de mercado, que contribuyeron al elevado nivel de desigualdad y que han dado lugar a tasas de crecimiento mucho menores que en las décadas anteriores”.(…) En Europa, las ideas neoliberales están integradas en la infraestructura económica que subyace en la Unión Europea, y sobre todo en la Eurozona”. Sin embargo, los rumbos son diferentes: Estados Unidos viró hacia políticas monetarias expansivas que lograron crecimiento y reducir al desempleo a 7,5%, el menor desde 2008. Stiglitz señala que “el problema fundamental del euro fue que eliminó dos de los mecanismos esenciales para realizar ajustes -los del tipo de interés y del tipo de cambio- sin sustituirlos” y que “el Banco Central Europeo se centra en forma inquebrantable en la inflación, a diferencia de los Estados Unidos, donde el mandato de la Reserva Federal incluye el crecimiento, el empleo y la estabilidad financiera”. Denuncia que “las medidas de austeridad han sido ineficaces”(…) y que “se diseñaron(…) a fin de salvar el sistema bancario”, sin tener en cuenta el recurso humano. Señala que “ignorar deliberadamente las lecciones del pasado es un acto criminal. El dolor que padece Europa, sobre todo la gente pobre y los jóvenes, es innecesario”. A partir de esas constataciones empíricas repasa la acción de los movimientos contestatarios como Occupy Wall Street; el fracaso del ajuste automático de los mercados (la “mano invisible” de Adam Smith); el aumento de la inequidad; el fracaso del sistema político (al no brindar adecuada respuesta a las necesidades de las mayorías), y se extiende sobre los procesos de búsqueda de rentas que llevan a una sociedad cada vez más desigual, y los peligros que acechan a la democracia, como la desesperación masiva, el avance de los movimientos extremistas, el racismo y la xenofobia.
Otro mundo es posible.
Como buen pragmático, Stiglitz culmina sus libros con una agenda. Aquí la titula “Otro mundo es posible” -lema del Foro de San Pablo- y comienza señalando el fracaso del sistema vigente: “a lo largo del último cuarto de siglo, las políticas y las instituciones macroeconómicas no han logrado generar estabilidad; un crecimiento sostenible, y, lo que es más importante, no han logrado un crecimiento que beneficie a la mayoría de los ciudadanos”. Señala el predominio del gran capital financiero en esta etapa del capitalismo globalizado, su mezquindad, la resistencia a todas las regulaciones y la capacidad para sobrevivir indemne a las grandes crisis provocadas por sus acciones. Afirma que “No podemos tener un sistema monetario dirigido por personas cuya forma de pensar ha sido captada por los banqueros y que(…) gestiona para beneficiar a los de arriba”. Su propuesta es recuperar los valores que hicieron de EE.UU. “una tierra de oportunidades”. “Podemos lograr una sociedad más acorde con nuestros valores, con mayor igualdad, una renta nacional mayor, una democracia más fuerte y un nivel de vida más alto para los individuos”. Propone retornar a las regulaciones de Franklin D. Roosevelt (1933-1945) en el sector financiero, invertir en educación, tecnología e infraestructura, estimular el crédito, terminar la asistencia a las grandes empresas, reducir el armamentismo, aumentar la protección social a los más débiles, y hacer más progresivo el sistema tributario. Por sobre estas “políticas puntuales” planean los grandes postulados keynesianos: mantener el pleno empleo (la mejor política social), una política monetaria expansiva, y un nuevo pacto social entre trabajadores y empresarios. ¿Que no hay nada nuevo bajo el sol? Tan cierto como que Estados Unidos y Europa parecen haber olvidado las lecciones más elementales, y que “toda esperanza se está desvaneciendo”.
El precio de la desigualdad. El 1% de población tiene lo que el 99% necesita, de Joseph Stiglitz. Taurus, 2012. Buenos Aires, 498 págs.
http://www.elpais.com.uy/cultural/triunfo.html
…///
LIBRO:
…///
RESUMEN del LIBRO
…///
Asimetría de la información
La investigación más famosa de Stiglitz es sobre el screening, una técnica usada por un agente económico para extraer la información privada de otro. Esta importante contribución a la teoría de la información asimétrica le valió compartir el Premio Nobel de Economía en 2001 con George A. Akerlof y Michael Spence.
La literatura económica neoclásica tradicional asume que los mercados son siempre eficientes excepto por algunas fallos limitados y bien definidos. Los recientes estudios de Stiglitz y otros revocan esa presunción: es solo bajo circunstancias excepcionales que los mercados son eficientes. Stiglitz (y Greenwald) muestra que “cuando los mercados están incompletos y/o la información es imperfecta (lo que ocurre prácticamente en todas las economías), incluso en un mercado competitivo, el reparto no es necesariamente Pareto eficiente. En otras palabras, casi siempre existen esquemas de intervención gubernamental que pueden inducir resultados Pareto superiores, beneficiando a todos.
Aunque estas conclusiones y la generalización de la existencia de fallos de mercado no garantiza que la intervención del Estado en cualquier economía sea necesariamente eficiente, deja claro que el rango “óptimo” de intervenciones gubernamentales recomendables es definitivamente mucho mayor que lo que la escuela tradicional reconoce. Para Stiglitz, no existe la denominada“mano invisible“.
Cuando hay “externalidades” -donde las acciones de un individuo tienen impactos en otros, por las cuales no pagan o no son compensados-, los mercados no funcionarán bien. Pero la investigación reciente ha mostrado que estas externalidades son penetrantes, cada vez que hay información imperfecta o riesgo de mercados imperfecto – esto ocurre siempre.
El verdadero debate hoy en día gira en torno a encontrar el balance correcto entre el mercado y el gobierno. Ambos son necesarios. Cada uno puede complementar al otro. Este balance será diferente dependiendo de la época y el lugar.
En una entrevista, Stiglitz explicó:
“Las teorías que desarrollamos explican por qué los mercados sin trabas, a menudo, no sólo no alcanzan la justicia social, sino que ni siquiera producen resultados eficientes. Por determinados intereses aún no ha habido un desafío intelectual a la refutación de la mano invisible de Adam Smith: la mano invisible no guía ni a los individuos ni a las empresas -que buscan su propio interés- hacia la eficiencia económica.”
Salarios de eficiencia: el modelo Shapiro-Stiglitz
Stiglitz también ha investigado sobre los llamados salarios de eficiencia y ha colaborado en la creación de lo que se conoce como el “modelo Shapiro-Stiglitz” que explica la existencia deldesempleo, y por qué los salarios no son arrastrados siempre a la baja por los parados que buscan empleo (y en la ausencia de salarios mínimos) lo que provocaría que todo aquel que quiera un empleo pudiera encontrar uno, cuestionando así el paradigma neoclásico que no explica el empleo involuntario. La respuesta a este rompecabezas fue propuesta por Carl Shapiro y Stiglitz en 1984: El desempleo es motivado por la estructura informativa del empleo.12 Dos observaciones básicas sostienen su análisis:
- A diferencia de otras formas de capital, las personas pueden escoger su propio nivel de esfuerzo.
- Es costoso para las empresas determinar cuánto esfuerzo están realizando sus trabajadores.
- Los salarios no disminuyen lo suficiente durante las recesiones como para evitar que aumente el desempleo. Si la demanda laboral cae, esto aminora los salarios. Pero debido a que los salarios han caído, la probabilidad de que los trabajadores no ejerzan su mayor esfuerzo se incrementa. Si los niveles de empleo deben mantenerse, por medio de una rebaja suficiente de los salarios, los trabajadores serán menos productivos que antes. Como consecuencia, en el modelo, los salarios no caen los suficiente como para mantener los niveles de empleo de la situación previa, debido a que las empresas quieren evitar que los trabajadores eludan excesivamente sus responsabilidades. Luego el desempleo debe aumentar durante las recesiones debido a que los salarios se mantienen ‘muy altos’.
- Corolario: Aletargamiento de salarios. Se requerirá que cada empresa re-optimice repetidamente los salarios en respuesta a la tasa cambiante de desempleo. Las empresas no pueden reducir salarios hasta que el desempleo aumente de manera suficiente (un problema de coordinación).
El resultado nunca es Pareto eficiente.
- Cada empresa emplea muy pocos trabajadores debido a que se enfrenta a unos costes particulares mayores que el coste social, el cual es igual en todos los casos.
- También existen externalidades negativas. Cada empresa incrementa el valor activo del desempleo para todas las otras firmas al dar empleo a alguien. Pero el primer problema domina claramente desde que la ‘tasa natural de desempleo’ es siempre muy alta.
Artículo principal: Salarios de eficiencia
Algunas posibles implicaciones prácticas de los teoremas de Stiglitz
Si bien no puede cuestionarse la validez matemática de los teoremas de Stiglitz et al., sus implicaciones prácticas en economía política y su aplicación en políticas económicas reales han estado sujetas a grandes debates y desacuerdos. El mismo Stiglitz parece estar continuamente adaptando su propio discurso político-económico, como se puede apreciar en la evolución de sus posturas inicialmente declaradas en Whither Socialism? (1994) a sus nuevas posiciones presentadas en sus posteriores publicaciones.
Una vez que es introducida la información incompleta e imperfecta, los defensores del sistema de mercado de la escuela de Chicago no pueden mantener afirmaciones descriptivas de laeficiencia de Pareto del mundo real. Por ello, el uso de Stiglitz de presupuestos de equilibrio con expectativas racionales para alcanzar una comprensión del capitalismo más realista que la usual entre los teóricos de las expectativas racionales lleva, paradójicamente, a la conclusión de que el capitalismo se desvía del modelo de una manera que justifica una intervención estatal –socialismo– como remedio.
Las ideas de Stiglitz defienden la necesidad de una economía aún más intervencionista que la que Samuelson proponía. Samuelson trataba los fallos del mercado como una excepción a la regla general de mercados eficientes. Pero el teorema de Greenwald-Stiglitz postula los fallos del mercado como la norma, estableciendo que el gobierno podría potencialmente casi siempre mejorar el reparto de los recursos del mercado. Y el teorema de Sappington-Stiglitz establece que un gobierno ideal podría actuar mejor al dirigir una empresa por sí mismo que a través de la privatización (Stiglitz 1994, 179).
Las objeciones para una adopción amplia de estas posiciones sugieren que los descubrimientos de Stiglitz no provienen de la economía en sí, sino más bien de la ciencia política; y, por tanto, se encuentran en el campo de la sociología. Como lo cuestiona David L. Prychitko en su “crítica” al Whither Socialism?, aunque la percepción económica principal de Stiglitz parece generalmente correcta, todavía deja abierta la discusión sobre las cuestiones constitucionales, tales como de qué manera las instituciones del Estado deberían constreñir y cuál es la relación entre el Estado y la sociedad civil.
Crítica de los instrumentos de medida de la economía
Stiglitz se enmarca también entre aquellos economistas que critican la hegemonía del PIB entre los indicadores económicos:
…sólo compensa a los gobiernos que aumentan la producción material. […]. No mide adecuadamente los cambios que afectan al bienestar, ni permite comparar correctamente el bienestar de diferentes países'[…] no tiene en cuenta la degradación del medio ambiente ni la desaparición de los recursos naturales a la hora de cuantificar el crecimiento. […] esto es particularmente cierto en Estados Unidos, donde el PIB ha aumentado más, pero en realidad gran número de personas no tienen la impresión de vivir mejor porque sufren una caída de sus ingresos.
Para más información véase la sección Limitaciones del uso del PIB.
Obra
Además de sus publicaciones técnicas de economía, Stiglitz es el autor de Whither Socialism, un libro no técnico que proporciona una introducción a las teorías que explican el fracaso de las economías socialistas en Europa del Este y al rol de la información imperfecta en los mercados. En 2002, escribió El malestar en la globalización, donde afirma que el Fondo Monetario Internacional se pone al interés de su accionista más grande, los Estados Unidos, sobre el de las naciones más pobres para las cuales fue diseñado servir. Stiglitz ofrece algunas razones por las cuales la globalización ha engendrado la hostilidad de manifestantes, tales como las ocurridas en Seattle y Génova.
En el año 2006 publicó ¿Cómo hacer que funcione la globalización?, una crítica del actual orden económico mundial con diversas propuestas para tratar de reencauzar la globalización.
Joseph E. Stiglitz ha sido reconocido en los cinco continentes por su prestigiosa trayectoria y es uno de los economistas más leídos del mundo.
http://es.wikipedia.org/wiki/Joseph_Stiglitz
…///
Este artículo fue publicado por el diario El País de Uruguay, el 29/10/2001 en el Suplemento de Economía y Mercado, en la sección “Opinión”, cuyo autor es el Cr. Ricardo Pascale:
2001-Mercados-con-Información-Asimétrica-elpais
…///
Coincido con mi tocayo, aunque parezca fuera de tono, estas son las lecturas recomendadas para todas las estaciones del año, ojalá podamos hacer algo para nuestras generaciones futuras, gracias Darío, un abrazo
Me gustaMe gusta
Excelente artículo, gracias por compartirlo, gran abrazo
Me gustaMe gusta
Gracias a vos Gabriel. Otro!
Me gustaMe gusta