Dudosa legalidad del cobrador disfrazado
Hace pocas semana saltó a todos los medios de comunicación la noticia de que un pelotón de cobradores disfrazados de monjes franciscanos se dedicaba a acosar a Gerardo Díaz Ferrán. Que nadie interprete este artículo como una defensa del presidente de la CEOE, ya que mi opinión personal es que debería dimitir pues su situación es insostenible. Pero lo que hay que cuestionar es la legitimidad, cuando no licitud de los métodos empleados por los cobradores disfrazados para practicar el Dunning Harassment contra un deudor. Otro punto que sería objeto de polémica es la utilización como disfraz de hábitos religiosos, lo que podría constituir una ofensa a los católicos; pero esto es harina de otro costal.